Hemos escuchado una variedad de razones por las que las personas podrían no querer un estanque, y la mayoría de ellas resultan ser mitos comunes sobre estanques que simplemente no son ciertos. En lugar de una pesadilla de mantenimiento, un estanque correctamente diseñado e instalado brinda una belleza y una relajación incomparable que ningún otro elemento de jardinería brinda. Las flores no crean sonidos relajantes y los patios no ayudan a reducir el estrés y la presión arterial. Entonces, si tienes miedo de tener un estanque, lee los mitos más comunes sobre estanques y ten la seguridad de que es un verdadero placer que no querrás perderte.
1. Los estanques son criaderos de mosquitos
Los mosquitos se reproducen en aguas tranquilas y estancadas. Un estanque bien diseñado tiene mucho movimiento de agua. De hecho, recomendamos darle la vuelta al agua una vez cada hora. Además, los estanques albergan peces, ranas, sapos y otros animales salvajes que son depredadores naturales de los mosquitos.
2. Mantener un estanque es un trabajo constante
En realidad, un estanque de ecosistema correctamente instalado es menos trabajo que la extensión de césped que reemplaza. Un equilibrio de cinco factores clave crea la base para un estanque de bajo mantenimiento, que incluye filtración, circulación, plantas, peces, rocas y grava. ¿Necesitarás realizar un poco de mantenimiento de vez en cuando? Por supuesto, pero pasarás menos tiempo manteniendo un estanque saludable que cortando, fertilizando y regando el césped.
3. Los estanques necesitan pruebas de agua diarias y tratamiento correctivo
Si tu estanque no es químicamente dependiente, no hay nada que probar. Los ríos, lagos y océanos no se prueban y mucha vida silvestre prospera en sus aguas. Sigue la filosofía de un estanque equilibrado con un mantenimiento mínimo y su agua debe permanecer saludable durante todo el año. Por supuesto, puede haber fuerzas externas (como los productos químicos para el césped que se filtran en el estanque después de una fuerte lluvia) que pueden alterar la química del agua. Pero como regla general, no necesitarás analizar el agua de su estanque.
4. Nunca debes tener algas en tu estanque
Una proporción adecuada de algas se considera beneficiosa y parte integral de un ecosistema saludable. El agua tratada en exceso no es natural, ni es buena para los peces que disfrutan comiendo algas que se adhieren a las rocas. La abundancia de algas tiene una causa simple: demasiada luz solar y mucha agua rica en nutrientes. Es por eso que un estanque bien diseñado incluye una filtración adecuada para disminuir los nutrientes que contribuyen al crecimiento de las algas. Además, las plantas acuáticas compiten por la misma fuente de alimento que las algas y pueden ayudar a controlar su crecimiento.
5. Cualquier contratista o paisajista puede instalar un estanque
Construir un estanque y hacerlo bien son a menudo dos cosas muy diferentes. Este es uno de los mitos del estanque que puede resultar costoso. Un buen paisajista puede tener talento con paisajes duros y blandos, pero eso no significa que tenga conocimientos sobre el concepto, el diseño o la construcción que hace que un estanque naturalmente equilibrado funcione correctamente. Asegúrate de contratar a alguien capacitado y certificado como un contratista certificado de “Floriade San Miguel de Allende”. Contratar al paisajista con la oferta más barata a menudo se convierte en la opción más cara cuando te das cuenta de que necesitas renovar el estanque por completo cuando no funciona bien.
6. Los estanques pequeños requieren menos trabajo
En realidad, cuanto más grande sea la fuente de agua, más fácil será el mantenimiento. Los aficionados a los acuarios saben que es mucho más fácil lograr un tanque sano y estable con más agua, no con menos. Lo mismo es cierto para los estanques. Los elementos de agua pequeños no tienen el flujo o la capacidad necesarios para la estabilidad a largo plazo. Sin embargo, independientemente del tamaño, un estanque bien diseñado es más capaz de lograr el equilibrio ecológico. Los estanques se vuelven más estables con cada año que pasa a medida que se establecen plantas, colonias de bacterias y otras formas de vida vitales.
7. Los depredadores se comerán todos los peces
Si bien es cierto que hay depredadores a los que les gustaría picar a tus peces, puedes hacer cosas para disuadirlos de visitar tu estanque. Una cueva de peces incorporada o una cueva de peces Faux Log son dos opciones para crear un refugio seguro para que los peces se escondan de las garzas. Los señuelos, como un caimán flotante o una garza azul, también pueden disuadir a los depredadores de su estanque. Algunos propietarios de estanques optan por poner redes sobre su estanque para mantener alejados a los depredadores. La línea de pesca también se puede cruzar sobre el estanque para evitar que las garzas se metan en las aguas.
8. Para criar peces, los estanques deben ser profundos
Los peces de estanque, incluido el koi, permanecen inactivos en estanques de solo dos pies de profundidad durante inviernos tan fríos como las temperaturas escalofriantes de Minnesota. Una pequeña bomba de circulación en el estanque y un descongelador de estanque son todo lo que necesita.
9. La jardinería acuática implica mucho trabajo duro
¡Este es el último de los mitos comunes sobre estanques que vamos a desacreditar en esta ocasión! Los estanques bien diseñados y ecoló
gicamente equilibrados solo necesitan un tratamiento ocasional de bacterias beneficiosas. Si tiene un sistema de dosificación automática, ¡la unidad dispensará las bacterias por tí! Además, la canasta del skimmer del estanque debe revisarse una vez a la semana durante el verano en busca de desechos. Una limpieza del estanque en la primavera podría estar en orden, pero no siempre es necesaria. El mantenimiento de un estanque requiere menos tiempo que quitar las malas hierbas y regar las plantas anuales y perennes. De hecho, ¡no tienes que regar las plantas acuáticas en absoluto!